México: la pintoresca Oaxaca y el monstruoso Distrito Federal

Después de 12 hs. de viaje llegamos a Oaxaca por la mañana. La ciudad es mucho más grande que San Cristóbal, y eso se nota en el ritmo que tiene, la cantidad de gente, el tránsito, el ruido. No me volvió loca esta ciudad (a primera vista). Estuvimos recorriendo un poco, y nos tomamos un bus para visitar las ruinas de Monte Albán, que son las ruinas más antiguas del mundo, de los zapotecas. Estuvieron muy lindas. No son tan grandes o imponentes como Palenque o Tikal, pero tiene una arquitectura muy prolija, no había tanta gente, y están ubicadas en un monte desde donde se ve toda la ciudad de Oaxaca rodeada de cerros, así que la vista es muy linda. Lo que sí, hacía mucho calor. Luego de las ruinas fuimos a pasear por el centro de la ciudad, visitamos los mercados de comidas (20 de Noviembre y Benito Juarez), el mercado de artesanías, el zócalo y la catedral.

Al día siguiente hicimos una excursión que duró todo el día. En general en las distintas ciudades de México hay muchas agencias de turismo donde te ofrecen diversos tipos de excursiones por precios razonables y, a diferencia de Guatemala, cumplen con lo que prometen! De todas maneras, no dejan de llevarte a los lugares turísticos por excelencia, de los cuales sólo algunos realmente valen la pena. Si uno dispone de un auto, creo que es la mejor manera de recorrer. Sino los tours multidestinos son una opción válida también. Primero nos llevaron a Santa María de Tula, un pueblo que se caracteriza porque allí hay un árbol muy antiguo y muy grande. Nada, un árbol nomás. Después fuimos a otro pueblo, Teotitlan, donde hay varias cooperativas de tejedores, y nos mostraron como elaboran los tapices (como arman las lanas, como las tiñen con productos naturales, como tejen, etc.). Obviamente después querían vendernos tapices y demás. De ahí visitamos una fábrica de mezcal, donde nos explicaron la elaboración y nos dieron de probar varios mezcales, y otra vez nos quisieron vender sus productos, y de hecho lo lograron. Luego fuimos a las ruinas de Mitla, que se caracterizan por el trabajo decorativo que tienen las paredes de los diversos edificios. Son ruinas pequeñas a comparación de las otras que visitamos. Finalmente fuimos a ver una cascada petrificada, que está situada en un valle al cual se accede por un camino de montaña, de ripio y precipicio, con muchas curvas, que sinceramente me dio bastante vértigo. Pero el paisaje era precioso. A la vuelta, caminamos un ratito por el centro, y me atreví a degustar un chapulín, que es una especie de escarabajo. Un poco asqueroso, pero había que hacerlo.

El día siguiente lo dedicamos a pasear por Oaxaca. Ya teníamos los boletos para el DF, para viajar a la noche. La segunda impresión de Oaxaca fue muchísimo mejor que la primera. Evidentemente no habíamos estado caminando por las zonas más lindas de la ciudad. La parte céntrica es bien colonial, muy bonita la verdad. Estuvimos caminando bastante, hasta que el calor ya se hizo medio pesado y nos volvimos a la tardecita al hostel. A la noche partimos para el DF. Por suerte en México los transportes de larga distancia son muy buenos. Nada que ver con la precariedad de Guatemala. Y los tramos largos se pueden hacer de noche, y no perder el día viajando.

Anocheciendo en Oaxaca

A las 6 de la mañana aproximadamente llegamos al DF. Nos tomamos un taxi y nos fuimos para la casa de mi prima, quien nos alojó. Ellos viven por Xochimilco, que es una zona que se caracteriza por tener un sistema de canales (una onda tigre), donde se pasea en unos botes que se llaman trajineras. Está bastante alejada del centro. Cada vez que viajábamos al centro del DF era una combinación de trenes y metros que no terminaba más. A la mañana paseamos por el mercado de Xochimilco. Hermoso, bien típico, lleno de comidas, frutas, plantas. De ahí nos fuimos a dar un paseo en trajinera. Creo que lo bueno de estar en esta zona tan alejada del centro es que nos posibilitó conocer cosas que de otra manera no hubiésemos podido conocer, como por ejemplo Xochimilco mismo.

Mercado de Xochimilco

Mercado de Xochimilco

Después del mediodía, fuimos hasta la zona de Coyoacán, para visitar el museo de León Trostky, y luego el de Frida Kahlo. Ambos museos son muy hermosos. El de Frida es alucinante. Después nos fuimos a tomar un café por el centro de Coyoacán, que es un barrio muy lindo, de casas bajas, más bien antiguas.

Museo de Frida Kahlo y Diego Rivera

A la noche paseamos en auto por el Paseo de la Reforma, el zócalo, el palacio de gobierno, el correo, Bellas Artes, Plaza Garibaldi (que se caracteriza porque ahí se reúnen los mariachis), el barrio Polanco (que es el más caro del DF, donde están las boutiques de las grandes marcas), etc. Increíble todo, hermosísimo. El zócalo con el palacio de gobierno iluminado es imponente, impactante. De ahí fuimos a un barrio que es una onda Palermo (La Condesa), lleno de bares y restaurantes. Comimos, tomamos algo, y nos volvimos a dormir.

La ciudad de México es MONSTRUOSA. Nunca ví nada igual. Es algo gigantesco, y las distancias son abismales. Me impresionó mucho. El tráfico es terrible, para ir de un lugar a otro en auto hay que armarte de tiempo y paciencia, porque se puede llegar a tardar muchísimo.

El segundo día en el DF nos levantamos temprano para ir a visitar las pirámides de Teotihuacan. Como todo acá es lejísimo, tardamos 4 horas en llegar. Nos tomamos primero un tren, después el metro de punta a punta, y finalmente un colectivo. El metro del DF también es algo impresionante. Conecta toda la ciudad, y sin duda es la forma más rápida de viajar. Las pirámides de Teotihuacan (de los teotihuacanes), del Sol y de la Luna, son muy lindas. Subimos a las dos, pese al calor insoportable que hacía, y la falta absoluta de sombras. Recomendación: llevar gorro y mucha agua. Luego de las pirámides nos tomamos el metro nuevamente y nos fuimos para la zona del centro. Paseamos un largo rato por el Paseo de la Reforma, visitamos el monumento del Ángel de la Independencia, y luego nos fuimos para un barrio conocido como Zona Rosa (es la zona gay, donde hay muchos bares). Finalmente nos volvimos para la casa de mis primos en la hora pico del metro del DF, sinceramente una experiencia religiosa.

Ruinas de Teotihuacán

Ruinas de Teotihuacán

Angel de la Independencia - Paseo de la Reforma - Distrito Federal

Paseo de la Reforma - Distrito Federal

Los siguientes dos días que nos quedaban de viaje visitamos el Museo de Antropología, los bosques de Chapultepec, y la zona del zócalo, donde está el palacio de gobierno, el correo y el museo de Bellas Artes, entre otras cosas… Lo que más me gustó, además de la ciudad en si, fue conocer todo el movimiento muralista, expresado en todos los grandes edificios de la ciudad (palacio de gobierno, castillo de Chapultepec, Museo de Bellas Artes, Colegio San Idelfonso, entro otros). Los trabajos son algo impresionante, no sólo por la técnica en si, sino por la emotividad que transmiten. Recomendación: escuchar las explicaciones de los murales, no sólo mirarlos y listo. Justamente en la explicación esta la magia. También conocimos un barrio muy bonito que se llama San Ángel, el cual vale la pena visitar si se dispone de algo de tiempo.

Zócalo

Palacio de Gobierno

Y por último, debo decir que los mexicanos me resultaron muy amables y muy bien predispuestos. México es hermoso por donde se lo mire. Volvería sin dudas.

Recomendaciones

• Hostel Casa Ángel en Oaxaca. Dirección: Tinoco y Palacios 610. http://www.casaangelhostel.com/. Es un hostel muy lindo y bien ubicado. Sirven un excelente desayuno. Las habitaciones y los baños están muy bien y muy limpios. Tiene una bonita terraza para disfrutar el atardecer.
• Desde Oaxaca conocer "Hierve el Agua", las ruinas de Mitla y Monte Albán. Siempre llevar agua y sombrero.
• Visitar los mercados, tanto de Oaxaca como del Distrito Federal.
• Recorrer el trabajo de los muralistas en el Distrito Federal (Palacio de Gobierno, Castillo de Chapultepec, Museo de Bellas Artes, entre otros). Contratar guía que pueda explicar lo que significan los murales.
• Viajar en el metro del Distrito Federal. Si bien se puede viajar apretado, se ahorra muchísimo tiempo, y conecta toda la ciudad.