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miércoles, 13 de marzo de 2013

Guatemala a las chapas


Llegamos a Antigua a la noche, así que no hicimos más que ir a comer y tomar algo, y luego a descansar. El segundo día nos recorrimos todo Antigua. Contratamos un guía (tan sólo hay que ir a la plaza central y ahí empezar a negociar) que nos fue mostrando toda la ciudad. Antigua es muy hermosa, bien colonial, rodeada de volcanes, bellísima. 

Antigua Guatemala
Antigua Guatemala


Chichicastenango
El jueves por la mañana partimos para Chichicastenango (2 hs de Antigua), donde los jueves y domingo funciona el mercado artesanal más grande del mundo (según dicen, a mi no me pareció taaan grande). Ahí compré un montón de cosas, regateando, obviamente. Para los amantes de las artesanías como yo, el mercado tiene cosas muy lindas y demasiado baratas como para resistirse! También visitamos las dos iglesias de Chichi, donde se junta muchísima gente y hacen rituales. Guatemala conserva muchas tradiciones, vestimentas típicas, idiomas aborígenes, pero siempre con el legado de la colonización que fue introducir la iglesia, son muy religiosos.


Chichicastenango


Lago Atitlán
De Chichicastenango, ese mismo día viajamos a Panajachel (2 hs de Chichi), que es uno de los pueblos que está sobre el Lago Atitlán. Muy lindo pueblo, y el Lago es precioso, tiene dos volcanes enormes que dan al lago (uno de los cuales inspiró a Saint Exupery en la parte del Principito donde la serpiente está dentro del elefante). Panajachel es un lugar ideal para relajar un poco. Ahí disfrutamos toda la tarde, y dormimos en un hotel frente al lago que nos salió muy barato. Guatemala, en general, es muuuuy barato para nosotros, comemos por 8 pesos, dormimos en un hotel por 30 pesos, etc.


Panajachel

Lago Atitlán













Al día siguiente volvimos a Antigua. Disfrutamos un poco más de la ciudad, y pasamos nuestra última noche ahí.


Desde Antigua uno puede contratar casi todo. Las agencias de turismo ofrecen miles de posibilidades, itinerarios, con alojamiento, sin alojamiento, con traslados desde donde se quiera hacia donde se quiera. Sólo hay que recorrer un poco y negociar. Y en general todas ofrecen la misma calidad de servicios, es decir, bastante precarios. Hay que ir preparados para que las cosas no sean tal cual las venden, sobre todo en referencia al transporte (se viaja muy muy mal).


De Antigua viajamos para Lanquin (250 km en 9 horas!), donde cerca hay una reserva natural que se llama Semuc Champey. Literalmente fue el viaje del terror. La manera de viajar en Guatemala es muy mala. Se viaja en shuttles (combis), donde por lo general meten más gente que la que correspondería, manejan muy imprudentemente, cargan nafta con el motor encendido y la camioneta llena, es todo camino de montaña y muchas veces de ripio, y las rutas están en muy mal estado… DE TERROR! Y además, cuando te dicen que el viaje dura 6 horas, en realidad dura 9 hs. (demasiado tiempo para viajar en condiciones tan malas, pero bueno, no hay opciones. Es eso o viajar en avión, que no llega a todos los destinos). Llegamos a Lanquin a la tardecita (acá oscurece muy temprano, alrededor de las 6 de la tarde). Esta zona del país es más bien selvática. En Lanquin a la noche te cortan la luz, con lo cual anduvimos a oscuras. El alojamiento lo habíamos contratado desde Antigua, así que eso lo teníamos resuelto, y no estuvo tan mal dentro de todo. 


Semuc Champey
Al día siguiente hicimos la excursión a Semuc Champey, un lugar realmente bellísimo, nunca vi nada igual. Subimos a un mirador de 2 km. de alto (casi me muero!!!). De ahí se ve lo característico de Semuc, que son unas piletas naturales, de agua turquesa, rodeadas de selva, en las cuales después nos bañanamos, estuvo increíble. De ahí seguimos haciendo actividades en el río, nadando, etc. Fue un día hermoso. Anécdota: nuestro guía no tenía más de 16 años, y no sólo nos guió durante toda la excursión, sino que también manejaba la camioneta de Lanquin a Semuc y viceversa. En un momento de la subida al mirador me empecé a sentir mal, y creo que me mejoré de tan sólo pensar que la persona que tendría que asistirme todavía no se afeitaba! Volvimos al hostel muy cansados, así que cenamos temprano (acá se cena a las 19.30 aprox.), y después nos acostamos, para partir a la mañana siguiente para Flores.



Isla de Flores
Isla de Flores
Llegamos a Flores, nuestro último destino de Guatemala, por la tarde, después de 9 hs. de viaje. El viaje fue super cansador, como todos los viajes guatemaltecos (con algún que otro detalle de color como ser que el chofer quería subir a cuatro pasajeros más a un mini bus que ya superaba su capacidad… por suerte los cuatro pasajeros recapacitaron y no se subieron, pero cuando se lo increpó al chofer su respuesta fue “esto es Guatemala”). El pueblo Flores es precioso, queda en una isla en el medio de un lago, a la cual se accede por un puente. Muy colonial, con casitas de todos colores, con calles de adoquines, muchos pasajes, y un lago y una vista hermosa. Acá nos enteramos que a los argentinos no los estaban dejando tramitar la visa en la frontera para pasar a Bélice, por lo que tuvimos que cambiar el itinerario de viaje, y sacar los boletos para viajar a Palenque, en México.  En Flores las agencias venden boletos para viajar a varios destinos de México. Sugerencia: si se quiere ir a Bélice, llevar la visa desde Buenos Aires.


Al día siguiente de la llegada nos levantamos a las 4.00 a.m. para hacer la excursión, a las ruinas de Tikal, que son una de las ruinas mayas más importantes del mundo. De Flores a Tikal tuvimos una hora de viaje más o menos, y después 5 horas caminando en el parque, y visitando las ruinas. Muy impactantes las construcciones, y las pirámides altísimas (me subí a casi todas, y las vistas desde arriba eran muy lindas). Después, pasado el mediodía, nos volvimos para Flores, para seguir disfrutando del pueblo, que creo que es el más lindo que vi en Guatemala. 

Tikal



Tikal
Tikal
Guatemala es un país bellísimo. Tiene una variedad de paisajes que es alucinante, y cada lugar que visitamos me encantó. No podría elegir uno, porque son todos demasiado distintos, y creo que ese es el encanto de Guatemala. En relación a la gente, vi mucho manejo (y no del mejor) con el turista. De a ratos se percibe que todo el mundo quiere sacar ventaja, y que no hay mucho respeto.


Recomendaciones

  • Si se va a recorrer Guatemala por tierra hay que mentalizarse que las condiciones de los transportes no son las óptimas. Las combis van con más personas de las que permite su capacidad, y los tiempos de viaje nunca son los que te dicen.


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