Páginas

martes, 19 de marzo de 2013

Camboya parte I: Phnom Penh y sus sonrisas





El viaje a Camboya fue bastante largo. Hay que aprender que cuando te dicen un horario, hay que agregarle un par de horitas más. Así, el viaje de tres horas a Phnom Penh, capital de Camboya, terminó siendo de unas siete horitas. A las seis de la mañana nos despertaron, y después de llevarnos a conocer un “fish market”, y una comunidad del delta del Mekong, nos embarcaron dos horitas y monedas hasta la frontera entre Vietnam y Camboya. Y después de una larga espera para el trámite de la visa, nos volvieron a embarcar unas cuatro horitas más hasta llegar a la capital de Camboya. Y debo decir que las condiciones en las que viajamos en el segundo tramo no eran de lo mejorcito, pero bueno, no hay mucha opción. 

Alrededor de las cinco de la tarde ya estábamos instalados. Lo primero que hicimos fue mandar a lavar ropa, porque ya no daba para más.

La primera impresión de Phnom Penh fue buenísima. 



La  verdad que no tenía muchas expectativas en relación a esta ciudad. Me la imaginaba bastante precaria y sin mucho encanto, pero sinceramente es todo lo contrario. Si bien se percibe que es una ciudad pobre, tiene mucha movida, muchos barcitos, una costanera muy linda, pagodas imponentes… Nos impresionó para bien.

Y la gente, otra vez, una hermosura. Las sonrisas del sudeste asiático son impagables, de verdad. La gente tiene una energía, una amabilidad y una alegría que te conmueven. Y con todo lo que tuvieron que pasar es aún más admirable.


Mi Rolando Rivas versión tuk tuk
El único día completo que tuvimos en Phnom Penh lo aprovechamos a más no poder. Tempranito contratamos un tuk tuk que es una moto con un carrito atrás (la calle está llena de estos carritos, es uno de los principales medios de transporte, sobre todo para el turista), y durante todo el día nuestro “tuk tuk driver” nos llevó a distintos lugares que queríamos conocer.





Empezamos con los Campos de la Muerte de Choueng Ek, el Museo del Genocidio Tuol Sleng, ex prisión S. 21. Terribles. Realmente me impactaron duramente ambos lugares. Para los que no saben, en 1975 el partido de los Jemeres Rojos liderado por Pol Pot, luego de una revolución, asumen el poder del país instaurando el régimen de Kampuchea Democrática. Pol Pot era un comunista radical y pretendió volver a los orígenes del pueblo camboyano, a una etnia pura campesina. 

Para ello realizó una tarea de exterminio de todos aquellos que pudieran tener algún vestigio de modernidad. Mató profesores, estudiantes, profesionales, campesinos, mujeres, niños, de todo. Los mató de las maneras más crueles que uno pueda imaginar. Decía que no valía la pena ni gastar balas en esa gente. Torturo y mandó a hacer trabajos forzados al campo a toda la población. Los que no eran torturados o asesinados, morían de hambre o por enfermedades. De una población de 8 millones de camboyanos, murieron 3 millones. Fue terrible.

Y lo peor es que el mundo de alguna manera permitía que eso sucediera. Los Jemeres Rojos tenían hasta un lugar en la ONU. Luego, el 1979, Vietnam invade Camboya y permite la instauración de otro gobierno, y así se termina el régimen de los Jemeres Rojos. Pol Pot y sus aliados se refugian en la frontera con Tailandia. Pol Pot es juzgado y sentenciado con PRISIÓN DOMICILIARIA, y muere a los 82 años rodeado de sus seres queridos (la historia se repite en muchos lugares, no?). Eso es a grandes rasgos lo que sucedió.


En la prisión de Tuol Sleng, que antes había sido una escuela,  es donde detenían a los camboyanos. Ahí eran torturados de las peores formas que uno se pueda imaginar, y después eran llevados al campo de exterminio de Choueng Ek o a otros (había más de 300 campos de exterminio), donde seguían las torturas y vejaciones, y finalmente los asesinaban. Los testimonios y fotos de ambos lugares son terriblemente crudas. En un momento no aguanté más y tuve que salir. La verdad que este pueblo vivió un infierno. 

Y uno los ve ahora, con sus sonrisas enormes, que encima son más llamativas porque contrastan con sus pieles rojizas, y no se puede entender de donde sacan la fortaleza y la alegría. Toda una generación de camboyanos fue eliminada.





Seguimos el recorrido en tuk tuk por el Palacio Real y la Pagoda de Plata. Muy lindo. Igual creo que el sofocante calor nos impidió disfrutarlo enteramente. Lo único que queríamos era un poco de respiro, y en ese predio te daba el sol a pleno (además que teníamos que vestir con decoro, o sea, pantalón largo y remera, lo que agravaba aún más la situación). Del palacio nuestro tuk tuk nos llevó al mercado principal de la ciudad. Después ya a pie visitamos el Night Market.

Phnom Penh me encantó. Aunque también se ve mucha pobreza y precariedad, y muchas más personas mendigando o vendiendo en la calle que lo que vimos en los otros lugares que visitamos. También muchos niños pidiendo.  Así y todo Phnom Penh resulta una ciudad amigable y bonita. Y creo que una parada ineludible para conocer la historia de este pueblo.



Recomendaciones


  • Si uno contrata un tour desde Vietnam para llegar a Camboya, lo mejor es que el trámite de la visa lo haga el guía. No vale la pena discutir con él, uno está en desventaja porque no maneja el idioma, ni sabe donde está parado (ellos manejan los transportes). Cobran 5 USD de más aproximadamente.
  • Si se tiene la posibilidad de leer un poco sobre la historia de Camboya antes de viajar, es recomendable.
  • En Phnom Penh son de visita obligada el Centro de Exterminio de Choueng Ek y el Museo del Genocidio Tuol Sleng. Imprescindible conocerlos para adentrarse en la terrible historia del pueblo camboyano.
  • Contratar un tuk tuk por un día para recorrer los sitios más importantes de la ciudad. Es económico y una manera rápida de movilizarse, sobre todo si se cuenta con poco tiempo. Además algunas distancias son bastante largas, y el calor es agobiante. Las propinas siempre son más que agradecidas, los camboyanos ganan muy poco dinero y trabajan más de la cuenta.
  • Para comer y beber cualquiera de los bares que están en la costanera valen la pena. Además todas las tardes hay happy hour de cervezas y tragos.
  • Hometown Hotel en Phnom Penh. Dirección: 35 st. 172, Sangkat Chey Chum Nas, Khan Daun Penh. www.home-town-hotel.com. El hotel está ubicado en el centro de la ciudad. Las habitaciones son grandes, tienen aire acondicionado y heladera. Las camas que nos tocaron eran un poco incómodas, pero estaban bien igual. No tiene desayuno.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario