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viernes, 15 de marzo de 2013

Brujas, Amsterdam y Praga, el reino de la cerveza

Tempranito salimos para Brujas. Primero el tren nos llevó hasta Bruselas, donde tuvimos que tomarnos otro tren para Brujas. Cerca del mediodía ya estábamos instaladas. El hostel muy lindo. La primera impresión de Brujas es que parece sacada del libro de Hansel y Gretel. Todas las casitas son iguales, con los techitos triangulares escalonados (para que pudieran subir los limpia chimeneas, según nos explicaron), las callecitas de piedra, los canales rodeados de verde, los puentecitos… parece un cuento de hadas. Es impecable. La gente por suerte mucho más amable que en París. 


Canales de la ciudad de Brujas

Brujas es una ciudad que entre otras cosas se caracteriza por sus cervezas, así que me dediqué a probar algunas, que dicho sea de paso están buenísimas y son muy baratas. Apenas llegamos salimos a caminar un poco y visitamos el mercado que está en el centro de la ciudad (funciona sólo dos veces por semana, miércoles y sábados, así que tuvimos suerte), y a la tarde hicimos un tour a la gorra. Mi cámara de fotos va a explotar. Después hicimos la visita obligada a algunas chocolaterías. Por suerte Brujas resultó bastante más económico que París en muchas cosas, porque si seguimos con el nivel de gasto parisino no llegamos a terminar el viaje.




A la noche hicimos otra excursión que nos ofrecieron en el hostel para visitar diferentes bares de la ciudad, los tan famosos Pub Crowl. Me encantan los bares de Brujas. La gente toma mucho, grita mucho, se divierte mucho, charlas con todo el mundo, la cerveza es riquísima (y  sale más barato tomar cerveza que agua), la música también me encanta. Nos divertimos mucho. 




Mercado de Brujas



Un día en Brujas alcanza, así que a la mañana siguiente partimos para Amsterdam. El desayuno del hostel estaba tan bueno que perdimos el tren que teníamos pensado tomarnos y tuvimos que esperar el siguiente. Por suerte entre estas ciudades hay trenes cada hora, así que no fue un problema. Llegamos a Amsterdam después del mediodía. Si el hostel de Brujas era lindo, este fue mucho mejor. Amsterdam es una ciudad muy loca. Es bellísima con sus canales y sus casitas que parecen una maqueta, y con una cultura muy diferente con el tema de las bicicletas, los coffee shops, las tiendas de regalos con productos en su mayoría vinculados al sexo y las drogas… muy loca. Muy divertida también. Cada vez que entramos a cualquier negocio el que te atiende parece que está fumado! La gente es super amable. Y como manejarse en la ciudad es un tema aparte, entre las bicicletas, los tranvías, los autos y los bondis, no sabes para donde mirar. Cruzar la calle es bastante descontrolado, no se sabe cuando te va a atropellar algún medio de transporte. Lo de las bicicletas, pese a que ya lo sabía, me llamó muchísimo la atención. Todo el mundo, con niños, gente grande, oficinistas, mujeres con tacos (no sé cómo hacen), todos usan la bicicleta. Y van rapidísimo. 






Parte de la primera tarde la dedicamos a lavar un poco de ropa porque ya era sumamente necesario. Igual, como acá oscurece a la 11 de la noche y la ciudad es tan chiquita, pudimos aprovechar bastante. Estuvimos paseando por la zona céntrica y fuimos al famoso Barrio Rojo, donde las mujeres se ofrecen en una vidriera. Obviamente no me gustó nada. No puedo dejar de pensar cuántas de ellas (en su mayoría se veían latinas) no estarán en alguna red de trata. En fin, ya lo conocí, suficiente. 






A la noche nos llevamos el peor chasco hasta ahora. Pagamos 20 euros para entrar a un “bar de hielo” (Ice Expierence), con dos tragos incluidos. Básicamente, te ponen una capa y te meten adentro de un freezer. Un garrón! Y los tragos son dos muestras gratis que encima te los sirven en un vaso de hielo. Ni siquiera aguantamos a que terminara un video que te pasaban, se nos dormían todas las partes del cuerpo del frío! Así que nos fuimos maldiciendo, y matándonos de la risa.

Al día siguiente continuamos la recorrida por la ciudad. Pasamos por el palacio de gobierno, distintas iglesias que no puedo pronunciar los nombres, el mercado de flores. Es muy bonita esta ciudad. Fuimos al museo de Ana Frank, muy emocionante y muy bien hecho. Y a la tarde para descontracturar un poco nos fuimos a la Heineken Expierence, que realmente vale la pena. Te llevan a hacer un recorrido por la historia de Heineken, después te meten en un simulador donde se vive el proceso de producción de la cerveza, y finalmente te invitan algunas cervezas. Después hay un montón de juegos. La verdad que está excelente.


Heineken Experience

El último día de Amsterdam lo aprovechamos para hacer unos de los tours a la gorra que hay a lo largo de Europa. La verdad que están buenísimos esos tours, sobre todo si uno quiere tener un paneo general de la ciudad y su historia, y no cuenta con mucha plata. El de Brujas había estado bueno, y este mejor todavía. Después del tour que duró poco más de tres horas, seguimos caminando por la ciudad hasta que llegó la hora de ir a la estación de tren para tomar el tren nocturno a Praga. A diferencia del tren Barcelona – París, este tren era terrible. Los trenes nocturnos de Europa son muy incómodos, si se viaja en la categoría más barata (que no es tan barata como una buena tarifa de un vuelo low cost). Si la idea es aprovechar la noche, y llegar descansado al próximo destino, la categoría más económica del tren nocturno no es la mejor opción.




El viaje de Amsterdam a Praga fue insufrible. A las 14 hs. de viaje en un cubículo para seis personas con asientos incómodos que no se reclinaban se le sumaron tres alemanes que no pararon de hablar y de reírse por un largo rato. Por suerte en un momento se durmieron, y después se bajaron algunas horas antes que nosotras, pero fue un viaje bastante difícil. Llegamos a Praga. El hostel está ubicado no muy cerca del centro para lo pequeña que es la ciudad, pero al centro se llega caminando perfectamente. Tal vez la zona es media rara, no es muy linda y hay muchas autopistas, pero según dicen es donde está toda la movida nocturna de la ciudad. Dejamos las cosas y nos fuimos hasta el centro para caminar un rato y enganchar uno de los tours a la gorra (que habíamos chequeado por internet). El tour nos llevó a recorrer toda la parte del centro de Praga, la Ciudad Nueva (Nove Mesto), la Vieja (Stare Mesto), y el Barrio Judío (Josefov). 


Reloj Astronómico de Praga
Vista del Puente de Carlos



Muro de John Lennon
Pasamos por diversos edificios, iglesias, sinagogas, monumentos, y además el guía, que sabía mucho, nos contó sobre la historia de la ciudad y su gente. Estuvo muy bueno. Después del tour seguimos el paseo yendo a conocer el famoso Puente de Carlos, y pasar del otro lado del río Moldava a caminar un poquito. Es absolutamente hermosa Praga, tiene algo inexplicable, sobre todo cuanto más uno se acerca al río. El barrio Judío y la zona del Castillo de Praga son bellísimas. Caminamos un rato, visitamos el famoso muro de John Lennon (donde dejamos nuestra marca), y ya más de nochecita nos volvimos, no sin antes conocer la Bodeguita del Medio checa.



El segundo día de Praga fue hermoso. Praga produce un encantamiento inexplicable. Es completa y absolutamente bella. A la mañana nos fuimos caminando hasta la zona del Castillo de Praga. Cruzamos el río Moldava y nos fuimos caminando hasta el castillo. Visitamos la catedral de San Vito (visita obligada, aunque desde que conocí la Sagrada Familia, todas las catedrales, iglesias, etc. me parecen poco), y después nos fuimos a perder por esa zona de Praga, lo cual fue maravilloso. 



Castillo de Praga


La ciudad realmente tiene algo mágico, y esta parte de la ciudad particularmente, es bellísima. Pese al cansancio no se puede evitar seguir caminando, subiendo escaleras, miradores… es mágica. De ahí volvimos a cruzar el Puente de Carlos para ir otra vez al Barrio Judío, donde caminamos un rato y visitamos la Sinagoga Vieja Nueva, la más antigua de Europa. Mucho calor. Recién acá empezamos a sentir el verano europeo. Después seguimos paseando. Recorrimos una feria, y a la tarde nos fuimos a un tour de la cerveza que estuvo muy divertido. Praga es un sueño.






El último día de Praga, antes del viaje a Venecia, salimos a caminar otra vez por el barrio del Castillo y recorrimos callecitas que no habíamos visitado, la verdad que caminar sin rumbo por ese barrio es impagable. Creo que realmente es la mejor forma de disfrutar de una ciudad, y sobre todo una ciudad como esta. Ni ganas de entrar a ningún museo! 


Puente de Carlos
A la tarde partimos para la estación de tren donde tuvimos que pasar un mal momento con la seguridad de transporte checa ya que no sabemos si nos sacaron guita, o realmente estábamos haciendo algo mal con los tickets de transporte (la verdad es que en Praga nos resultó muy difícil entender algunas explicaciones. Ya el primer día cuando compramos los tickets de transporte la empleada que nos atendió dijo que no hablaba inglés con lo cual no nos explicó nada acerca de la utilización o la validez de lo que nos vendió). Cuestión que nos hicieron pagar una multa de 35 Euros a cada una. No entendimos bien el motivo de la multa porque nos hablaban en checo, y además nos asustamos bastante porque nos pidieron los pasaportes, no nos dejaban movernos, no sabíamos lo que nos decían, teníamos que tomar el tren… un mal momento, pero bueno. De todas formas decidimos que nada va a empañar la belleza de esta ciudad. Así que la recomendación es informarse bien sobre como utilizar los tickets de transporte. Preguntar cien veces si es necesario!


Recomendaciones

  • Un día en Brujas alcanza para conocer la ciudad. Si se puede elegir, conviene ir algún día que funcione el mercado, que es muy bonito
  • Hostel St. Cristopher´s Bauhaus en Brujas. Dirección: 133-137 Langestraat. http://www.st-christophers.co.uk/bruges-hostels. Muy lindo hostel, muy bien ubicado, con un buen desayuno, y un pub con mucha onda.
  • El tour por los bares de Brujas es muy divertido. 
  • Hostel Stayokay Amsterdam Stadsdoelen. Dirección: Kloveniersburgwal 97. http://www.stayokay.com. El hostel está muy bien organizado, las habitaciones y los baños son enormes, la ubicación excelente, y el desayuno que sirven también. 
  • El Bar de Hielo de Amsterdam no vale ni un centavo (menos que menos 20 Euros). Al contrario, la Heineken Experience (http://www.heinekenexperience.com/AgeCheck) vale cada centavo que uno paga.
  • Los tours a la gorra son excelentes. Hay en las tres ciudades. Hay varios diferentes que se reúnen en los mismos sitios, yo recomiendo a Sandemans New Europe http://www.neweuropetours.eu/.
  • La categoría más baja de los trenes nocturnos no son recomendables.
  • Hostel Elf en Praga. Dirección: Husitska 11. http://www.hostelelf.com/. Es lindo y económico, con un buen desayuno pero la ubicación no es la mejor (aunque en Praga todo queda cerca).
  • El tour de la cerveza en Praga está muy bueno.
  • Informarse sobre la utilización de los tickets de transporte en Praga. Son por tiempo.

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