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miércoles, 20 de marzo de 2013

Londres en tres días






Después de más de 12 hs. de vuelo llegamos a Londres alrededor de las 6 de la mañana. Del aeropuerto nos tomamos el tube (subte) y en poco más de una hora ya estábamos en el hostel. El cambio de temperatura nos mató. Del calor agobiante del Sudeste Asiático pasamos al frío intenso de Londres. Frío en serio. 

El funcionamiento del primer mundo me fascina. Uno sale del aeropuerto compra un pase de transporte con la tarjeta de crédito, y en un toque está en el lugar al que quiere llegar sin ninguna complicación en el medio.

Nuestro hostel (acá tuvimos que bajar el copete e ir a una habitación compartida con 10 personas) está ubicado en un barrio que se llama Camden Town, donde hay muchísima movida, de día, y sobre todo de noche. También se caracteriza por su mercado, donde según dicen se puede encontrar todo tipo de cosas. 



Dejamos la cosas en el hostel, nos tomamos un bus y nos fuimos a conocer los alrededores de la Torre de Londres. Conocimos el famoso puente de la Torre (una de las imágenes más conocidas de esta ciudad) y caminamos por los alrededores hasta llegar al Sheakspeare Globe, el teatro donde se exhibían las obras de Sheakspeare. 


Y de ahí seguimos al Tate Modern, el museo de arte moderno. Londres es caro caro. Las entrada a los lugares turísticos no bajan de los 15 £ (multipliquen por 14!!!). Así que la mayoría de los lugares los vimos desde la puerta. Por suerte para nosotros las entradas a los museos son gratis, así que eso si lo aprovechamos. El Tate Modern me gustó muchísimo. Hay obras desde Picasso hasta instalaciones de arte moderno y fotografía. Además el museo está construido en lo que era una usina, lo cual le da una estética muy particular. Y como da al río, tiene una de las vistas más bellas de la ciudad. 

Del Tate Modern cruzamos el puente para el otro lado del Támesis y nos fuimos a visitar la catedral de San Pablo. Y de ahí, como teníamos algo de tiempo nos tomamos el tube y nos fuimos a conocer la famosísima Abbey Road. 

A la noche obviamente, y pese al terrible cansancio que teníamos y al frío, nos fuimos a tomar unas cervezas a un típico pub londinense.


Londres en realmente una ciudad maravillosa. Es hermosa, todo funciona bien, los londinenses son súper amables, siempre están bien dispuestos a ayudarte. Cuando venía en el tube con las valijas llenas de compras asiáticas, algunos me ofrecían ayudarme a llevarlas. Siempre que preguntamos algo la gente se toma su tiempo para explicarte las cosas y asegurarse de que uno las haya entendido. La verdad que uno se siente muy bien acá. Y encima te aceptan tarjeta de crédito para comprar hasta un caramelo! Fabuloso. Creo que ya entra entre mis ciudades preferidas del mundo. Lo único que nos mata es que es carísima. Por suerte, como en todas las ciudades europeas, en los supermercados se puede encontrar de todo y a precios económicos, así que hambre no pasamos.





A la mañana siguiente nos fuimos a visitar la zona del Palacio de Buckingham, el parlamento con su imponente Big Ben, la Abadía de Westminster y el London Eye (la vuelta al mundo inmensa que esta a orillas del Támesis). 

Todo todo hermoso. Caminamos por esa zona que esta rodeada de parques y lagos, y por momentos uno hasta se olvida del frío de tan bello que es todo. El palacio sólo puede verse desde afuera. Entramos a la Abadía (pagando 18 £ la entrada...). En ese lugar se realizaron casi todas las coronaciones de los reyes y reinas de Inglaterra, así como también se celebraron bodas y funerales de la realeza (entre ellos el de Lady Di). También hay muchas tumbas de personajes de la realeza y personalidades destacadas, como por ejemplo Sheakspeare. La abadía es hermosa, los tallados que tiene el techo son increíbles.

Después de visitar esa zona de la ciudad nos fuimos para Notting Hill, para visitar el barrio y el famoso Portobello Market. Me encantó. Notting Hill es un barrio de casitas bajas, de colores, y en el mercado de Portobello uno puede encontrar ropa nueva y usada, antigüedades, puestos de comida y otros objetos. Por suerte también encontramos un supermercado que vendía todo a 1 £, así que comimos alguna cosita. El frío que pasamos no lo puedo explicar. En un momento tenía los pies y las piernas congeladas. No tuvimos más remedio que morir en un Starbucks para recuperar un poco la temperatura corporal. 




Después ya anocheciendo, nos tomamos un colectivo de dos pisos (me encantan!!!) y nos volvimos para el hostel. Obviamente a la noche volvimos a pasar por algún pub. Acá la noche termina muy temprano, así que poco después de medianoche ya estábamos de regreso.

Cada hora que transcurre en Londres la ciudad me parece más y más hermosa. 

Al día siguiente, nos fuimos a conocer la Speaker Corner, que es una esquina ubicada en un parque muy hermoso que se llama Hyde Park. Esta esquina se caracteriza porque desde hace muchos años, las personas van a predicar sus ideas políticas, religiosas, étnicas, y el público se pone a escucharlos y a debatir con ellos. Por ejemplo, va un musulmán y se para en un banquito y se pone a gritar su prédica para atraer público. Acto seguido llega un católico y se para en una silla a metros del musulmán y se pone a gritar su prédica. Luego llega otro disfrazado de policía a despotricar contra el abuso de poder. La gente se va juntando, escucha, discute con los predicadores y así transcurre el día. Muy interesante. 

Del Speaker Corner nos fuimos a una tienda a ver las liquidaciones y a terminar de reventar la tarjeta, y después de eso nos vinimos para el barrio del hostel a recorrer el Camden Market. Es alucinante. Las calles se llenan de gente que recorre los puestos de ropa y comida, los negocios son rarísimos, se puede encontrar desde souvenirs hasta ropa gótica, punk, disfraces. La variedad y multiculturalidad londinense es impresionante. Uno va a un pub y puede encontrar un tipo vestido de oficina, un punk, otro disfrazado de diablo, un rastafari... Y todos conviviendo en armonía. 



Me imagino que Londres también debe tener cosas malas. Yo no las encontré. El último día, antes de partir hacia el aeropuerto, dimos una última vuelta por la zona de Picadilly Circus. El día estaba hermoso, y la ciudad ni hablar. Vuelvo seguro!




Recomendaciones

  • Del aeropuerto de Heathrow la línea azul llega al centro de la ciudad, Picadilly Circus. El transporte es caro, así que conviene analizar bien que tipo de pase sacar. Existe la posibilidad del pase diario, o bien la tarjeta Oyster. Todo depende del tiempo que uno permanezca en al ciudad y los viajes que se estime hacer (dependiendo de donde uno se aloja). En las estaciones de metro los empleados dan buena información.
  • Tomar los colectivos de dos pisos en lugar del tube si uno no está apurado. Es una linda forma de conocer la ciudad, y el boleto es más económico.
  • Hostel St. Cristopher´s Inn (Camden Town). Dirección: 48 - 50 Camden High Street, Camden Town. www.st-christophers.co.uk/london-hostelsPara los precios que se manejan en Londres, está bastante bien. Las habitaciones si bien se comparten con mucha gente, son amplias y los baños están muy bien. Es limpio y está ubicada en una zona con muchísima movida nocturna.
  • Para los viajeros con bajo presupuesto sentarse a comer en algún lugar puede resultar caro. Por suerte la mayoría de tiendas y supermercados cuentan con comidas elaboradas, las cuales están buenísimas y a buen precio (por ejemplo Marck & Spencer). 





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